Scholarly Communication and Research Services for a New Paradigm

Enredadera, nº 34, febrero 2020

Torsten Reimer
Head of Research Services. British Library

Eje Temático 3. Herramientas para el desarrollo de la Ciencia Abierta en las bibliotecas y archivos
Resumen por: Isabel Bernal (URICI-CSIC)


 

Las bibliotecas de investigación del futuro: la estrategia de la Biblioteca Británica

 

La clausura de las V Jornadas de la Red de Bibliotecas y Archivos del CSIC tuvo un protagonista de lujo, Tornsten Reimer, Director de los Servicios para la Investigación de la Biblioteca Británica. Su ponencia titulada Scholarly Communication and Research Services for a new Paradigm fue ocasión para hacer una reflexión muy interesante, y a veces provocadora, sobre las actuales transformaciones en el sistema de la comunicación científica y sobre su impacto en los servicios bibliotecarios de apoyo a la investigación, a partir de la exposición del proceso de adaptación en marcha en esta biblioteca de referencia mundial.

 

En el entorno actual caracterizado por acceso creciente por internet a una explosión de colecciones de todo tipo, es evidente que las bibliotecas han dejado de pretender el poder cubrir con sus propias colecciones todas las necesidades de sus usuarios. Sin embargo, las bibliotecas sí pueden maximizar sus colecciones conectándolas a otros contenidos globales relevantes y participando en un sistema de ciencia abierta.

 

El modo de trabajar de los investigadores también está cambiando de manera significativa: la computación de big data y el uso de plataformas y herramientas sociales se han incorporado a sus rutinas de trabajo, y muchos investigadores acceden a muchos recursos electrónicos de interés por canales alejados de las bibliotecas virtuales ofrecidas en sus instituciones. La transición a un modelo global de acceso abierto a publicaciones, datos de investigación, software y otros resultados no tradicionales tiene ya un impacto innegable en las bibliotecas, que están obligadas a reflexionar sobre el valor de sus colecciones impresas y digitales y sobre cómo maximizar sus recursos para seguir siendo relevantes. En esta transición a un modelo de ciencia abierta, además, participan nuevas empresas proveedoras de servicios innovadores, compañías de software e inteligencia artificial y se hace claramente evidente la metamorfosis de los grandes grupos editoriales científicos en compañías de minería de datos científicos.

 

 

Torsten Reimer propuso posibles variables en este cambio de paradigma. Los servicios de descubrimiento, acceso y gestión de contenidos, tan asociados a la razón de ser de las bibliotecas, perdían peso frente al desarrollo de servicios, tanto digitales y estrechamente asociados al entorno de la nube, como a otros de capacitación humana. En este intento de proyección al futuro, el ponente apuntó a un posible escenario con menos personal bibliotecario pero altamente cualificado en la ciencia de datos, en la integración de servicios y en el soporte presencial a usuarios.

 

 

La segunda parte de la ponencia estuvo dedicada a exponer cómo la Biblioteca Británica está reaccionando antes este entorno cambiante. Living Knowledge es una Hoja de ruta de aquí a 2023 para que esta biblioteca destaque como institución referente en creatividad, apertura e innovación para la comunidad investigadora. Viene armada por una nueva estrategia de servicios y contenidos y con un análisis profundo sobre los usuarios de la Biblioteca, sus motivaciones y expectativas cuando la visitan presencialmente o mediante conexión a sus servicios digitales con la finalidad de involucrarlos más y mejor y de atraer a nuevos usuarios potenciales.

 

 

El panorama que describió es uno que parece común en muchas bibliotecas de investigación: muchos usuarios no visitan las bibliotecas para consultar sus colecciones, sino más bien en busca de lugares de trabajo conectados a la Red, y con la expectativa de encontrarse con espacios habilitados para actividades de computación científica y colaboración interdisciplinar. Igualmente, este estudio llevado a cabo por la Biblioteca Británica reveló que los usuarios deciden cruzar el umbral de la biblioteca solo cuando su búsqueda online no ha dado los resultados deseados. El estudio puso también de manifiesto que el potencial de las colecciones que alberga la Biblioteca es enorme para atraer nuevos tipos de usuarios.

 

 

Así, la nueva agenda de trabajo de la Biblioteca Británica apunta a crear espacios físicos de conocimiento que evolucionan con las necesidades de los investigadores y que son capaces de albergar laboratorios de servicios innovadores y de nuevas tecnologías para la computación científica. Esta visión ha llevado a la Biblioteca a sellar alianzas con instituciones como el Instituto Alan Turing, a redoblar su atención sobre múltiples servicios en torno a la gestión de datos de investigación a lo largo de todo su ciclo de vida y a contribuir en la creación de unas infraestructuras nacionales e internacionales que integren repositorios abiertos de colecciones.

 

En esta Hoja de ruta hay un puñado de aviso a navegantes y recomendaciones muy interesantes que nos pueden servir de reflexión al resto de la comunidad bibliotecaria de investigación: en un futuro de ciencia abierta nuestro valor añadido se encontrará en la conexión de servicios y en la capacidad para fomentar la creatividad de nuestros usuarios. Además, las infraestructuras deberán ser abiertas en todos los sentidos, es decir, comprometerse y llevar a cabo una gestión de información abierta, apoyar tecnologías de inteligencia artificial libres de servidumbres comerciales y construir infraestructuras colaborativas.  El futuro ya está aquí y hay que mover ficha, ¿nos embarcamos, Red?

 

 

 

Enlace a la presentación y grabación de la ponencia.

 

 

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