Nuestras riquezas. Kaouther Adimi

Enredadera, nº 33, julio 2019

Teresa Bautista Malillos
bautista@bib.csic.es
Unidad de Recursos de Información Científica para la Investigación (URICI-CSIC)
Madrid


 

Nuestras riquezas: una librería en Argel / Kaouther Adimi ; traducción de Manuel Arranz. Barcelona : Libros del Asteroide, 2018. Depósito legal: B. 22.762-2018. ISBN: 978-84-17007-60-7

 

La novela de Kaouther Adimi, escritora argelina residente en Francia, desarrolla su trama en Argel con una estructura de saltos temporales: por un lado, las décadas de 1930, 1940, 1960 y por otro la época actual de 2017. En cuanto a los personajes, se mezclan los reales y los ficticios. Como trasfondo la historia política de Argelia, primero como colonia francesa y a partir de 1962 como país independiente.

En 1936 Edmond Charlot, famoso editor y librero nacido en la Argelia francesa, abre en Argel una librería especializada, a imitación de las librerías parisinas. En un pequeño local de una calle de esta ciudad, estará al frente de Las Verdaderas Riquezas, ejerciendo la labor de librero, bibliotecario y editor. Consigue así regentar una librería con cientos de libros clasificados con etiquetas de colores, dependiendo de cada materia, y colocados por orden alfabético. Los libros se venden, pero también se prestan (“abonos de lectura” se dice en el libro), se organizan tertulias literarias, exposiciones y se reserva un lugar preferente a los buenos autores de siempre antes que a los de gran éxito comercial.

Editor de grandes autores como Albert Camus y de los primeros textos de García Lorca en francés, Edmond Charlot funda en 1938 la revista bimestral Rivages con un número especial dedicado a Lorca. Con esfuerzo y entusiasmo logra que muchos de los habitantes de la ciudad descubran el gusto por la lectura y el amor a los libros, pero esta realidad, idílica para él, se rompe cuando en 1939, a causa de la II Guerra Mundial, es movilizado en varias ocasiones y tiene que dejar la librería en las buenas manos de amigos y familiares. Las Verdaderas Riquezas pasa de ser una idílica librería a convertirse en un anexo de la Biblioteca Nacional de Argel, y es en esta época cuando hace su aparición Abdallah, un argelino con múltiples carencias culturales pero que entrega su vida a la custodia de los libros atesorados con tanto amor por Edmod Charlot.

Ya en la época actual, en 2017, el estado quiere convertir la librería en un negocio de venta de buñuelos “un buñuelo valdrá más que un libro” y encargan su desalojo a Ryad, un joven licenciado sin ningún apego a los libros y la lectura.

El estado consigue su desatino y la librería es desmantelada, pero Ryad y Abdallah, con un halo de esperanza para un país en el que actualmente sólo existen unas 40 librerías, deciden repartir los últimos libros entre los niños de Argel, pero también se lo prohíben; finalmente, estos van a parar a las manos de intelectuales contrarios al régimen político establecido.

La historia termina con una bonita sorpresa: en la actualidad, en una calle de Argel, sigue abierta al público Las Verdaderas Riquezas.

En mi opinión un buen libro de una joven y prometedora autora con una minuciosa descripción casi fotográfica de los personajes y de su entorno, y con el sello editorial de Libros del Asteroide. Tengo el pálpito de que su lectura no defraudará pues, como se decía en el cartel colgado a la entrada de la librería Las Verdaderas Riquezas, “Un hombre que lee vale por dos”.

Permítaseme añadir una palabra más a esta frase “Un hombre o mujer que lee vale por dos”.

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