Enredadera, nº 30, diciembre 2017
Olvido Partearroyo |
Resumen: Uno de los momentos más gratificantes del trabajo bibliotecario es el de enseñar la biblioteca propia. En las Jornadas de puertas Abiertas de la Semana de la Ciencia, la biblioteca participa como un Servicio científico más del CIB para enseñarla desde el punto de vista bibliotecario. Además, desde 2015 ofertamos una visita-taller: “La biblioteca científica: del papel a la era digital”.
Palabras clave: Divulgación; Visita a la biblioteca; Semana de la Ciencia
Uno de los momentos más gratificantes del trabajo bibliotecario es el de enseñar la biblioteca propia. Cuando los fondos y el espacio son de alguna forma tan peculiares, hacen que uno se sienta orgulloso de mostrarlos. En ocasiones, cuando los investigadores más “devotos” de la biblioteca traen a los científicos visitantes o bien a los nuevos doctorandos, suelo hacer un pequeño recorrido histórico por ella, y disfruto enormemente enseñando su espacio y colecciones. Para no olvidar detalle, hace años redacté un pequeño guion, en español e inglés.
Tradicionalmente, el CIB participa en la Semana de la Ciencia con dos días de Jornadas de puertas Abiertas (2 grupos cada día, para estudiantes de ESO y bachillerato y público en general) visitando los Servicios Científicos del Centro. La biblioteca quedaba para el final y por falta de tiempo se enseñaba a toda prisa. En los últimos años, propusimos que se incluyese como parte de la visita como un servicio científico más, y así poder mostrarla desde el punto de vista bibliotecario. Además, desde 2015 ofertamos una visita-taller de una hora , también para dos grupos: “La biblioteca científica: del papel a la era digital”.
Se trata de una visita muy didáctica, que se apoya en dos pequeñas exposiciones y una práctica con ordenador. Para hacerla más dinámica, la dividimos en cinco partes, cada una de ellas desarrollada en un espacio distinto: En primer lugar, hablamos de ¿Qué es una biblioteca científica? Describimos las diferencias con las bibliotecas comunes y por medio de una infografía, hablamos del trabajo colaborativo en nuestra Red de Bibliotecas y Archivos del CSIC.
Después de hacer una introducción histórica sobre la fusión de los antiguos institutos del centro y de sus bibliotecas, contamos ¿Cómo apoya la biblioteca científica al trabajo investigador actualmente y cómo lo hacía antes? Aquí pasamos a destacar la importancia de la biblioteca como servicio a la investigación a través de las últimas décadas. Nos ayuda la exposición que muestra material para el tratamiento de documentos, la mayoría ya en desuso, (libros de registro, ficheros Kardex y de volcado por autores y materias, separatas --¡el antiguo pdf!--, cajas de disquetes y CDs de bases de datos y protocolos, tampones de tinta, catálogos C.BIC, Ulrich y Books-in-prints, etc.), lo que da pie para recordar las arduas tareas bibliotecarias de los pioneros, y el fundamental papel jugado por la entonces Unidad Coordinadora de Bibliotecas del CSIC en la incorporación a la era digital de la Red (foto 1).
Búsqueda bibliográfica práctica en ordenador. Explicamos la importancia del artículo científico y de las bases de datos bibliográficas, su enorme coste económico y la compra consorciada de la Red, de los índices de impacto, de la tendencia actual a publicar en acceso abierto y de los repositorios y, ¡cómo no! de Digital.CSIC, que constituye una tarea bibliotecaria primordial en la actualidad.
No podíamos dejar de mostrar nuestro pequeño “fondo antiguo”, las publicaciones científicas de hace un siglo: el legado del Dr. Gregorio Marañón. Aprovechamos la ocasión para comentar la importancia de la figura de Marañón, fundador del CIB, y el legado que se custodia en nuestra biblioteca. La pequeña exposición es muy vistosa, ya que se muestran, además de libros escritos por Marañón y sobre él, una selección de libros de su biblioteca privada, todos con más de 100 años. Esto sorprende gratamente a los visitantes, ya que se les permite hojearlos con cuidado para ver las ilustraciones y curiosear las anotaciones de su puño y letra en los márgenes (foto 2).
Para finalizar, recorremos el depósito de libros y revistas: siempre causa admiración al visitante la dimensión de sus casi 3.000 m. de estanterías y compactos, repletos de revistas y libros. Explicamos su ordenación alfabética y por CDU y si hay tiempo, hacemos una búsqueda práctica.
Para que recuerden la visita, les obsequiamos con el facsímil de un folleto de la revista Nature conmemorando el 50 aniversario del artículo sobre la estructura en doble hélice del ADN. Como novedad, este año regalamos también una infografía preparada para la exposición del Día del Libro 2017 “El aroma de los libros, nuevos y antiguos”.
Es evidente que hemos detallado la visita más completa. En la que hacemos en conjunto con los otros servicios del CIB tratamos de condensar el contenido en 15-30 minutos, sin eludir las exposiciones ni el obsequio.
Tanto la Semana de la Ciencia como otras actividades de divulgación que organiza el CSIC tratan de acercar la ciencia a la sociedad. En el caso de las visitas para estudiantes, la Biblioteca-CIB participa con mayor entusiasmo si cabe, con la esperanza de contribuir a despertar nuevas vocaciones investigadoras en ellos.