La difusión de colecciones y archivos personales producidos por científicos exiliados a Hispanoamérica: proyectos realizados en el Archivo del Museo Nacional de Ciencias Naturales

Beatriz Muñoz. Archivo del Museo Nacional de Ciencias Naturales (Madrid)

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Fondo Archivo MNCN

Fondo Archivo MNCN

La catalogación y difusión de las fuentes documentales de científicos exiliados es de máximo interés para la función de los Archivos. Las particularidades de estos archivos personales pueden, con este esfuerzo, dejar de representar un obstáculo para su conocimiento ya que debemos favorecer su accesibilidad a los usuarios hispanoamericanos.

En el Archivo del Museo Nacional de Ciencias Naturales se planteó en 2010 un Proyecto para archivos personales que se alargará varios años. Hemos concluido un proyecto que se inició en 1998 para la difusión en el Catálogo de Archivos de la Red de Bibliotecas del CSIC de una colección fotográfica: (Fondo Especial. Colección Fotográfica. José Royo Gómez).

En el ámbito de los archivos personales, ha finalizado la catalogación del Fondo Ignacio Bolívar, y este año concluirá la digitalización del mismo.

Ignacio Bolívar y Urrutia es una de las personalidades científicas más significativas del primer tercio del siglo XX, debido a su actividad en el campo de la Entomología y a su labor como Director del Museo Nacional de Ciencias Naturales. El Fondo que conservamos en el Museo es testimonio documental de algunos de los diversos cargos administrativos que ocupó: Vocal de la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas o Consejero de Instrucción Pública; siendo su cargo de Jefe de Sección de Entomología del Museo el que representa un mayor volumen documental, obviando, por supuesto, la documentación de Dirección (1901-1936), que no se incluye en su archivo personal. En el Museo, las mayores transformaciones se producen durante su mandato: el traslado desde la sede de Recoletos al Palacio de Industria y Bellas Artes, la asignación de la institución al Instituto de Ciencias Físico-Naturales, dependiente de la JAE; su categorización como Museo Nacional, o los Reglamentos de 1901 y 1930. En el exilio, en Méjico, donde fundó la Revista Ciencia, llevaría la memoria de todo un movimiento científico fundado con la creación de la JAE en nuestro país. Una memoria trasladada más allá del océano, y enterrada en España durante los cuarenta años que duró la dictadura franquista.

La serie más significativa es la de correspondencia (1870-1938). El período abarca los años anteriores a su nombramiento como Ayudante del Museo en 1875, sus años como Catedrático de Articulados de la Universidad Central y todo el período como Director del Museo (1901-1936), así como los avatares de la Guerra Civil. Si bien la temática de las cartas y adjuntos es siempre variada y muy rica, sirviendo de fuente a estudios de lo más diverso, la obligada correspondencia como Jefe de Sección de Entomología, cargo que ocupó hasta 1922, ha permitido que conservemos cartas de científicos de una gran diversidad de países. En efecto, era una función de los Jefes de Sección mantener esta correspondencia científica que nos informa fundamentalmente de las entradas y salidas de colecciones entomológicas. En la mayoría de las ocasiones las cartas están escritas en francés, pero también hay documentos en italiano y alemán. Los remitentes escribían fundamentalmente desde Francia, Alemania, Italia, otras partes de España, Gran Bretaña y Estados Unidos. Sin embargo, se conservan documentos de países tan remotos como Ghana, Haití o Japón. En esta serie las agrupaciones documentales están organizadas por orden alfabético de remitentes, con excepciones, y por orden cronológico de las cartas. Se conservan pocos borradores de las contestaciones de Bolívar.

Por otro lado, la serie “Notas de trabajo y de lectura”, incluye algún apunte científico original, pero fundamentalmente incluye apuntes sobre lecturas de publicaciones científicas, aporta información sobre el modo de trabajar de Bolívar, y permite a los usuarios más especializados aproximarse a las categorías taxonómicas antiguas.

La ingente producción científica de uno de los discípulos de Bolívar, José Royo Gómez, dejó una enorme impronta a uno y otro lado del Atlántico, siendo testigo de sus trabajos y estudios paleontológicos y geológicos su propia cámara fotográfica.

Las 5.417 fotografías de la única serie “Fotografía científica” comenzaron a catalogarse en el CIA-CSIC en 1998, recibiendo el proyecto un impulso definitivo desde 2008 hasta la actualidad. Las fotografías se realizaron a partir de negativos de formato de película de 35 mm o de placa y se instalaron en un soporte de cartón. Su esposa, Inocenta González, anotó en el soporte el título, la fecha y el lugar donde se tomaron. En la actualidad es posible consultar la descripción y copia digitalizada de prácticamente todas ellas en el catálogo.

Se nos ofrece así la posibilidad de hacer un recorrido gráfico de sus estudios geológicos en el Campo de Calatrava (ACN001/004/04579), en la Sierra de Altamira (Extremadura) , en la Sierra de Córdoba y en el Neógeno de la Cuenca de Madrid. Son fotografías que muestran la diversidad del paisaje y que aportan información sobre su transformación, pero también sobre los primeros intentos de documentar la diversidad de dinosaurios en España y otros acontecimientos paleontológicos de notable importancia, como el descubrimiento del fósil de Testudo bolivari en la Ciudad Universitaria de Madrid, que tuvo también repercusiones en la datación geológica de la zona.

A las puertas del exilio, en plena guerra civil, Royo Gómez acude en compañía de otros científicos españoles al XVII Congreso Geológico Internacional, celebrado en Moscú, y de ese viaje nos ha quedado una serie de fotografías de las visitas que realizaron, de los paisajes y sondeos petrolíferos de la antigua URSS.

Os animamos a que consultéis el Catálogo Colectivo de la Red de Bibliotecas: Fondo Personal Científico. Ignacio Bolívar y Fondo Especial. Colección fotográfica. José Royo Gómez.

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