Enredadera: veinte años creciendo junto a la Red de Bibliotecas y Archivos del CSIC (1998-2017)

Enredadera, nº 29, junio 2017

Miquel Àngel Plaza-Navas
maplaza@dicat.csic.es
Unidad de Recursos de Información Científica para la Investigación (URICI-CSIC)
Barcelona

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Resumen: Enredadera, la revista de la Red de Bibliotecas y Archivos del CSIC llega a sus veinte años de vida. Un breve viaje por su historia, por las personas que han estado detrás de ella, por su evolución en estructura y contenido, por el poco o mucho interés que ha generado, etc. permite tener una visión más amplia y completa de lo que, sin pretensión alguna pero con mucho esfuerzo, esta revista ha conseguido y significado para una Red tan profesional como la nuestra... una Red que merece seguir contando con un órgano de difusión como el de Enredadera.

Palabras clave: Enredadera; Historia; Revistas profesionales; Biblioteconomía; Archivos; Documentación; Estadísticas; Uso; Red de Bibliotecas y Archivos del CSIC

 

Hace veinte años empezó a crecer Enredadera, una revista –un boletín electrónico como se le llamó—con la idea de dotar a las bibliotecas del CSIC de un órgano de difusión en el que compartir experiencias, iniciativas, proyectos, historias, etc. que pudieran ser de interés para la entonces llamada Red de Bibliotecas del CSIC. Un proyecto iniciado con mucha ilusión y esfuerzo por y para los profesionales de nuestras bibliotecas. Cuando nació Enredadera, la Red de Bibliotecas del CSIC ya contaba con más de 10 años de existencia,[1] un periodo en el que el objetivo de cohesionar una verdadera Red junto a los procesos de automatización de su catálogo y del resto de servicios de gestión bibliotecaria (catalogación, préstamo y préstamo interbibliotecario, control de suscripciones, etc.) habían centrado casi en exclusiva toda su atención. Siempre se había visto la necesidad de disponer de alguna herramienta que permitiera que la comunicación entre todas aquellas bibliotecas, un centenar en aquellos días, así como entre ellas y la entonces Unidad de Coordinación de Bibliotecas (C.BIC, actual URICI), fluyera de una manera más rápida y eficiente. En 1998, a falta de una se crearon dos, tal y como muestra la Memoria del CSIC para aquel año.

“En 1998 han nacido 2 servicios electrónicos que permiten nuevas vías de comunicación entre las bibliotecas de la Red y la Unidad de Coordinación de Bibliotecas. Se trata de la Lista de distribución Biblioteca [...] que mediante el correo electrónico facilita la comunicación a todas las bibliotecas de la Red, y del Boletín electrónico de la Red de Bibliotecas del CSIC Enredadera.”[2]

A mediados de 1997 ya se empezó a trabajar en Enredadera,[3] viendo la luz su primer número –el número 0-- en febrero de 1998, mientras que la Lista de distribución Biblioteca lo hizo unos meses después, en octubre de aquel mismo año. La finalidad que había detrás de la revista quedaba reflejada en aquel mismo primer número:

“Llegados a este punto [una Red de Bibliotecas estable], podemos y debemos intentar aprovechar toda esta infraestructura de comunicaciones no sólo para nuestro trabajo profesional del día a día, sino también para acercarnos más entre nosotros haciendo que las opiniones, noticias, reflexiones, experiencias, etc. que surgen en nuestras bibliotecas y cuyo conocimiento puede enriquecer o simplemente interesar a todos circulen con fluidez. ¿Dónde comunicarlas?: en este boletín electrónico.
ENREDADERA debe permitirnos superar distancias. Esta revista nace con la vocación de ser un punto de encuentro entre las Bibliotecas del CSIC.”[4]

Desde entonces, y durante estos veinte años de vida, se han hecho grandes esfuerzos para que Enredadera siguiera adelante... a veces a un ritmo más rápido, a veces a uno más lento... pero, en definitiva, ha continuado creciendo al servicio de los profesionales de nuestra actual Red de Bibliotecas y Archivos del CSIC.

En este artículo se presentan algunos datos que permiten obtener una visión general de lo que Enredadera ha significado; es cierto que las cifras no pueden mostrar todo lo que se ha vivido en la revista, ni pueden reflejar sentimientos y opiniones pero sí ofrecer una fotografía que, en parte, pretende ser un pequeño homenaje a todas aquellas personas de la Red que, en un momento u otro, han estado en la trastienda editorial de la revista regándola y cuidándola y, también, a los que con sus colaboraciones han contribuido a que sus hojas no se marchitaran ni sus brotes se extinguieran.

Un título para una revista

Como título de la revista se escogió uno que hiciera alusión a “nuestra identidad como Red y a nuestro proyecto de crear un lugar para la intercomunicación.[5] Además, “el título y el diseño de Enredadera juegan con el significado de ‘red’ (de bibliotecas) y con el de la planta trepadora que sube por el árbol de la ciencia, símbolo del CSIC.”[6] Un título que, como se ve, pretendió, y creo que consiguió, conjugar el esfuerzo invertido en conseguir una verdadera red de bibliotecas y archivos junto a un símbolo identificador de la institución en la que se encuentra.

El subtítulo de Enredadera ha sido el mismo durante todos estos veinte años, Boletín electrónico de la Red de Bibliotecas del CSIC, a excepción de los dos números publicados en 2006 y 2007 en los que junto a este apareció también la frase Revista electrónica de la Red de Bibliotecas del CSIC. No he encontrado explicación para esta dualidad o alteración puntual, pero desde el siguiente número de 2008 hasta la actualidad el subtítulo vuelve a mostrarse únicamente como Boletín electrónico de la Red de Bibliotecas del CSIC. Destacaré tres aspectos relacionados con el subtítulo:

1) Puede observarse el calificativo “electrónico.” Hoy podría parecer algo sin importancia, pero no debe olvidarse que Enredadera nació en 1998 cuando se empezaban a extender las revistas en formato electrónico en nuestras bibliotecas por lo que con su inclusión se pretendía dotar de mayor modernidad a la revista en contraposición con el tradicional formato en papel. No obstante, es posible que aquella necesidad ya no sea tanta en la actualidad.

2) Debe destacarse, también, la ausencia en el subtítulo del término “archivos.” No es que no se le haya dado importancia a los archivos en Enredadera, puesto que desde sus primeros números se han ido publicando colaboraciones relacionadas con ellos. Es cierto que durante sus primeros años el peso en nuestra Red recayó notablemente en las bibliotecas, y aunque desde 1998 se empezó a trabajar en la automatización de varios archivos y en un catálogo de archivos y que en el año 2000 se creó una nueva lista de distribución específica para los archivos no fue hasta el año 2012 en que la Red se renombró como Red de Bibliotecas y Archivos del CSIC,[7] un nombre que siguió sin aparecer en el subtítulo de Enredadera.

3) Aunque el subtítulo siempre (o casi siempre, como he indicado anteriormente) ha figurado como Boletín en la mayoría de ocasiones en que se citaba a Enredadera se utilizaba indistintamente tanto Boletín como Revista.

Con el presente número conmemorativo de Enredadera, 2017 (nº 29), a la vez que se abandona el término “electrónico,” por considerarse un aspecto plenamente asumido, se pretende estabilizar el subtítulo a Revista de la Red de Bibliotecas y Archivos del CSIC, puesto que nuestra Red hace años que es inclusiva tanto de unas como de otros. Por otro lado, aunque la idea es continuar manteniendo la estructura de sus contenidos sería bueno tender hacia una revista con ciertos artículos de fondo que permitieran consolidarla un poco más dentro del mundo de las revistas de nuestro ámbito profesional.

La revista ha disfrutado de dos logos claramente diferenciados en cuanto a diseño. El primero entre 1998 y 2011, con alguna variación en la tipografía utilizada a partir del año 2008 aunque manteniendo sus colores. El segundo, se empezó a utilizar desde el año 2012 hasta la actualidad. La única variación que ha sufrido es que con el presente número, a partir de 2017, se refleja en él el subtítulo Revista de la Red de Bibliotecas y Archivos del CSIC. En su diseño participaron Elisa Bello en su primera versión [8] y Juan Román Molina en la actual. A continuación pueden observarse los diferentes logos de Enredadera que han aparecido a lo largo de estos años.

1998-2007

1998-2007

2009

2009

2008, 2010-2011

2008, 2010-2011

2012-2016

2012-2016

2017

2017

Personas y logros

En sus inicios, detrás de Enredadera se puso a trabajar un comité de redacción formado por varios miembros, en imitación de la estructura nodal de la propia Red que existía entonces. Había un bibliotecario de cada nodo (Madrid, Vigo, Valencia, Barcelona y Sevilla), los coordinadores de zona (Madrid, Valencia, Barcelona y Sevilla) y un miembro de la C.BIC (actual URICI) que actuaba como coordinador del comité.[9] Aquel primer comité estaba compuesto por doce miembros cuyos nombres eran: Ana Alberola, Domingo Arroyo, Ángeles García Calvo, Julia García Maza, Mercedes Martínez, Carmen Pérez, Miquel Àngel Plaza-Navas, Isabel Quintana, Gaspar Olmedo, Assumpció Oró e Isabel Real y, finalmente, Mercedes Baquero, como coordinadora o editora responsable de la revista. Esta estructura de comité de redacción no pudo mantenerse y, en la actualidad dicho comité está compuesto por dos o tres personas estrechamente vinculadas a la revista quienes planifican el contenido de los próximos números sugiriendo temas y colaboradores. En la tabla siguiente pueden verse los coordinadores que han estado detrás de la revista Enredadera hasta la actualidad.

Han formado parte del equipo técnico diferentes miembros de la C.BIC y URICI como muestra la siguiente tabla.

Aunque la revista se ideó principalmente para el colectivo profesional de las bibliotecas y archivos de nuestra Red, el comité de redacción vio rápidamente también la posibilidad o necesidad de abrirla algo más. De hecho, en 1998, su primer año de vida, ya se indicaba que la revista podría llegar a ˝todos aquellos que se acercan a nuestras bibliotecas –usuarios externos e internos—o que frecuentan la página web de Servicios de Información de la Red de Bibliotecas del CSIC.[10] Sería interesante seguir incidiendo en esta línea y continuar incluyendo contenidos que puedan ser atrayentes a los demás profesionales.

La periodicidad inicial con la que se quiso dotar, cuatrimestral, se vio rápidamente superada y, desde bien temprano se convirtió en una revista de aparición bastante irregular. Esto ha sido así hasta el año 2014, en el que gracias a la labor de Carmen Pérez y Luis R. Álvarez se consiguió estabilizar una periodicidad semestral. En la siguiente tabla puede verse la (ir)regularidad con la que han salido a la luz los números de Enredadera.

Como puede comprobarse, en estos veinte años, únicamente se pudieron publicar tres números en su primer año de vida (1998); dos números durante ocho años (2000, 2002, 2005, 2010, 2012, 2014, 2015 y 2016); y, finalmente, un único número durante diez años (1999, 2001, 2003, 2004, 2006, 2007, 2008, 2009, 2011 y 2013). El hecho de que haya predominado la periodicidad anual es una muestra del esfuerzo necesario para poder continuar tras un proyecto como Enredadera. Una preocupación que ya se ponía de manifiesto en su tercer número (1998) cuando se publicó que “ENREDADERA lo hacemos entre todos, y si no regamos esta planta, nos quedaremos sin ella[11] o, cuando en su décimo aniversario (2008) se reconocía que difícilmente se podía sacar a la luz un número al año. [12] Por el momento sigue creciendo y esto es algo muy de valorar y que dice mucho en favor de las personas que han participado activamente en su gestión durante todos estos años, especialmente sus diferentes responsables, Mercedes Baquero, Mario Cottereau y Carmen Pérez. Es objetivo de la revista continuar manteniendo una periodicidad semestral.

Entre otros logros que pueden destacarse se encuentran los siguientes:

En octubre de 2003 se consigue asignarle un número ISSN a Enredadera (ISSN 1696-8239) aportándole una mayor estabilidad a la revista o como expresó el comité de redacción en su momento, “le da ‘mayoría de edad’.”[13]

En el año 2008 la revista empieza a utilizar la licencia Creative Commons CC BY-NC-SA para sus contenidos, con lo que pueden ser utilizados siempre y cuando se reconozca su autoría, no se usen con fines comerciales y se compartan las copias y obras derivadas bajo el mismo tipo de licencia. En ese mismo año se indicó que se había realizado “una ligera remodelación formal, para ajustarse a los estándares del lenguaje HTML y a las plantillas CSS. Este nuevo diseño mejora tanto la visualización como la impresión de Enredadera.”[14]

En el año 2010 se incorpora en la página web de Enredadera un buscador de contenidos que facilitaría la localización de cualquier artículo o autor que hubiera aparecido en la revista [15] y se empezó a ofrecer la revista en una versión FLASH para facilitar su lectura y aportar una mejor presentación, un sistema que dejó de utilizarse en números posteriores.[16] En ese mismo año Enredadera se incorpora al directorio Latindex, “lo que supone una mayor visibilidad de sus comunicados a nivel nacional e internacional[17] y el sello Latindex viene figurando en la revista desde el nº 18. En mayo de 2017 se actualizó la información que se incluyó originalmente en ese directorio.

Hasta el año 2011, la entidad editora fue la Unidad de Coordinación de Bibliotecas del CSIC (C.BIC). A partir de entonces, desde el nº 19, la entidad editora pasó a ser la Unidad de Recursos de Información Científica para la Investigación (URICI).

Secciones y contenido

Las secciones de la revista han sido más o menos fijas a lo largo de estos veinte años, y aunque han sufrido algunos cambios, por lo general pueden seguir identificándose las mismas desde que se inició Enredadera. En 1998 la revista nació con las secciones Las bibliotecas cuentan, La red del CSIC, Noticias, Pequeñas soluciones para grandes problemas y Lecturas comentadas.[18] En el año 2002 se renuevan algunas de ellas simplificando sus nombres aunque sin perder el sentido y los contenidos con los que aquellas secciones habían nacido. [19] De esta forma Las bibliotecas cuentan pasó a ser En directo; La red del CSIC se quedó sencillamente en La Red; Pequeñas soluciones para grandes problemas se redujo a Soluciones; y, Lecturas comentadas pasó a llamarse Reseñas. La sección Noticias ha ido incluyendo noticias internas de la red, noticias externas a la red y, también, noticias concretas de los archivos de la Red. En los últimos años se ha acabado simplificando únicamente como Noticias. En 2010 (nº 18) se suprime la sección Soluciones y, en 2012 (nº 20) se realiza otra renovación en diseño y contenidos y se crea la sección Así somos. [20] En la tabla siguiente se esquematiza la evolución de las diferentes secciones en las que se ha estructurado el contenido de Enredadera.

Enredadera se ideó para contener artículos más bien breves que permitieran una lectura rápida y ágil. Su extensión recomendada era entre 10 y 30 líneas dependiendo de la sección a la que se hiciera referencia. No obstante, pronto se vio la necesidad de aceptar colaboraciones algo más extensas. Por ejemplo, en el segundo número de la revista, en 1998, se publicó lo siguiente:

“Las dimensiones de algunos de los textos de Las bibliotecas cuentan han hecho aconsejable establecer un nuevo procedimiento: en el cuerpo de la sección aparece un resumen de lo que se relata más extensamente bajo la opción ‘Texto completo’. Así pues, y de cara a futuras colaboraciones, quien encuentre insuficientes las 15 líneas recomendadas para los artículos de estos apartados, tiene la opción de desarrollar más el asunto, y el lector puede elegir entre abrir el texto completo, o no hacerlo.”[21]

Esta situación se modificó ligeramente en el año 2012 (nº 20) y de la extensión inicial sugerida en líneas se pasó a otra un poco más amplia sugerida en páginas. A pesar de ello, las normas de presentación no son estrictas y se han venido aceptando artículos y colaboraciones de mayor extensión. En la siguiente tabla se describe el contenido de las secciones de Enredadera desde el año 2002 hasta la actualidad, así como también las normas de presentación que se utilizaron o vienen utilizando. A partir de 2017 se han modificado ligeramente (véase http://bibliotecas.csic.es/web/enredadera/normas-de-redaccion).

En las dos tablas siguientes puede observarse el número de artículos que se han publicado en las diferentes secciones de Enredadera. Lógicamente el mayor número de colaboraciones han sido del tipo noticias, pero cabe destacar que cerca de un 45% de las colaboraciones han sido artículos de cierto peso publicados en las secciones En directo, La Red, La red del CSIC, Así somos y Las bibliotecas cuentan. Si le añadimos las colaboraciones del número monográfico que se publicó en 2012 (nº 21) con motivo de las IV Jornadas de la Red de Bibliotecas del CSIC, se elevaría un poco más el peso de los artículos de fondo, un 46,80%

Ilustración 1. Número de artículos agrupando secciones similares.

Ilustración 1. Número de artículos agrupando secciones similares.

Uno de los objetivos en cuanto a contenido de la revista era dotarla de un tema monográfico en cada número en el que varios profesionales de nuestra Red pudieran aportar su opinión y experiencia, y para ello se dedica la sección En directo y, anteriormente, Las bibliotecas cuentan. La siguiente tabla muestra qué temas monográficos se han tratado hasta la fecha.

Autores y afiliaciones

En el camino recorrido por Enredadera durante estos veinte años (1998-2016, nº 0 a 28) se han publicado 624 artículos, considerados como tales cualquier colaboración en la revista independientemente de su extensión. De esos 624 artículos, un total de 580 están firmados y 44 no, siendo estos últimos aportaciones breves en las diferentes secciones de la revista. Aparecen en esos 580 artículos un total de 660 firmas y afiliaciones pertenecientes a 192 autores diferentes, de los cuales 175 son de afiliación CSIC y 21 son externos al CSIC.[22] De los 44 artículos sin firma puede decirse que la mayoría de ellos, si no todos, son también de autoría CSIC y realizados por algún miembro del comité de redacción de la propia revista.

El peso en el contenido de la revista ha recaído mayoritariamente en miembros de la URICI (o de la antigua C.BIC) como puede observarse en la siguiente tabla con los autores que más artículos han publicado en la revista, aunque cabe destacar la colaboración de miembros de centros como el CCHS, EEHA, CFTMAT, EEAD, IBV, CNB, MNCN o EEA. Su aportación representa más del 55% de las colaboraciones publicadas en la revista. [23] Destacar también que entre los que han aportado más colaboraciones se encuentran aquellos que han sido responsables de los diferentes comités de redacción, lo que es una muestra de su grado de implicación para que la revista haya salido adelante.

Los 21 autores externos al CSIC que han colaborado con Enredadera en estos años han sido los que se muestran en la siguiente tabla. La mayoría de ellos han colaborado aportando noticias de interés, aunque 7 de ellos lo han hecho con algún artículo de fondo en la sección En directo.

En cuanto a grado de coautoría, en Enredadera destacan abrumadoramente las aportaciones con un único autor en los 624 artículos publicados, siendo más del 84% del total. La siguiente imagen muestra claramente esta realidad.

Ilustración 2. Coautoría en Enredadera

Ilustración 2. Coautoría en Enredadera

En la siguiente tabla se muestran las afiliaciones que más colaboraciones han aportado a la revista. Cabe destacar la representación en esta lista, dada la amplia distribución del CSIC por todo el Estado de centros de diferentes comunidades autónomas (Madrid, Andalucía, Cataluña, Aragón, Valencia y Galicia). Más del 83% de los artículos publicados corresponden a los centros reflejados en esta tabla.

La siguiente tabla permite observar más claramente el peso que la URICI (C.BIC) ha tenido en el mantenimiento de Enredadera. Casi el 43% de los artículos publicados en la revista han sido aportados por algún miembro de la URICI.[29]Cabe destacar la colaboración que otros centros del CSIC han realizado, como el CCHS con casi el 14% de los artículos publicados o el MNCN con algo más del 3,5% y, ya el resto de centros con aportaciones más reducidas. Lógicamente el mayor porcentaje de artículos provienen de las bibliotecas y archivos del CSIC y de la URICI, y en muy contadas ocasiones se han publicado colaboraciones que procedan de otras unidades del CSIC como es el caso del Centro Técnico de Informática (CTI), la Unidad de Calidad o la Coordinación de Área de Ciencia y Tecnologías Químicas (0,7%) o de centros externos al CSIC como universidades (1,56%) u otros (1,42%).

Ilustración 3. Principales centros que han aportado colaboraciones a Enredadera

Ilustración 3. Principales centros que han aportado colaboraciones a Enredadera

En cuanto a las aportaciones por procedencia geográfica puede verse en la siguiente tabla que casi el 65% de los artículos [30] han sido escritos por autores de centros de Madrid, seguido a larga distancia por los centros de Andalucía y Cataluña.

Estadísticas de uso

Este es un aspecto del que no se puede ofrecer una fotografía completa de todo el periodo de vida de la revista. No existe una estadística completa 1998-2016 o al menos no se ha conservado (o no la he localizado) para el periodo inicial comprendido entre 1998 y febrero de 2002. Es posible que, al principio, no se viera la necesidad de incorporar algún tipo de contador en la página o, si se hizo, no ha quedado rastro, por el momento, de su existencia. A partir del 2002 sí se incluyó ya en Enredadera algún tipo de contador estadístico, al parecer Motigo webstats.

El único dato que he localizado sobre el periodo inicial (1998-febrero 2002) es el que se publicó en la propia revista en el año 2000. En aquel año se realizó una profunda revisión de la página web de la Red y se pudo constatar que entre las páginas que habían sido más utilizadas hasta entonces por los usuarios se encontraban las de Enredadera, acceso PAPI y búsquedas de e-revistas. [31] Un dato sencillo y difuso pero que muestra un cierto interés en la revista en aquellos años.

Mercedes Baquero, primera coordinadora de Enredadera, publicó en diciembre de 2003 un breve artículo sobre los primeros 5 años de vida de la revista. Menciona que cuando se inició aquel proyecto “No éramos muy ambiciosos, pero hay que decir que cada nuevo número es un auténtico milagro. Es muy difícil encontrar tiempo y voluntad para seguir con ella. Para saber si el esfuerzo merecía la pena, hemos hecho algunas indagaciones, que tienen que ver con la presencia en internet de la revista y con las estadísticas de uso dentro de la propia publicación.[32] Fruto de aquellas indagaciones se constató que la revista aparecía en aquel momento (noviembre de 2003) en cuatro páginas web de los servicios de documentación de tres universidades españolas y dos extranjeras; era citada entre las direcciones de interés sobre Archivos y Bibliotecas del Ministerio de Cultura, Educación y Deporte; se mencionaba en un par de artículos sobre revistas de documentación españolas e iberoamericanas; y, se incluía entre las direcciones de revistas especializadas que se reseñaban en la Lista de enlaces electrónicos en Documentación o en la selección de revistas de la Sociedad Argentina de Información. Desde el nº 7 (febrero 2002) Enredadera dispuso de un contador de visitas a su página principal que mostraba la cifra de más de 3.000 visitas en un periodo de casi dos años (hasta noviembre de 2003) procedentes principalmente de España (83%), pero también de México (6%), USA (1,6%), Argentina (1,2%), Chile (0,9%), Perú (0,9%), Colombia (0,8%), Países Bajos (0,4%) y Portugal (0,4%). En el año 2008, cuando Enredadera cumplía los 10 años de vida se mencionaba que se habían publicado “400 artículos, de muy diversa índole, extensión y profundidad” enviados por más de 100 colaboradores, la mayoría de los cuales eran profesionales de la propia Red.[33]

Juan Román Molina, de la URICI, publicó en septiembre de 2009 los datos correspondientes al periodo marzo de 2002-junio de 2009, es decir, algo más de 7 años, con los datos obtenidos a partir del gestor de estadísticas Motigo webstats. En ese periodo se publicaron 8 números de Enredadera. Su recopilación ofrece: el número de páginas vistas por año, por mes, por día, por hora, comparación con el año anterior y accesos por países.

A partir de entonces, los datos anuales se pueden consultar en la página de estadísticas públicas de la Red de Bibliotecas y Archivos del CSIC (http://bibliotecas.csic.es/estadisticas). Al parecer se cambió el software de extracción de datos estadísticos en 2009, aunque no he podido saber si era una actualización de Motigo webstats o se optó por uno diferente, como alguna versión de Google Analytics. Para el periodo junio de 2009-diciembre de 2011 se ofrecen: datos por meses para accesos, archivos, páginas y visitas; las 20 páginas con mayor número de accesos; las 20 páginas de entrada más destacadas; y, los 20 países con más accesos.

En el año 2012 se realiza una nueva renovación de la web de la Red incorporándose, entre otras herramientas, “Google Analytics como herramienta para la medición y toma de datos de la visibilidad y uso de los diferentes sitios web de la Red (Página de la Red, Digital.CSIC, Enredadera e Intranet). Por lo tanto, los datos no pueden presentar la misma estructura ni contenido de los años precedentes, si bien los básicos son coincidentes.” Quien se encarga, desde entonces, de recopilar esos datos para Enredadera ha sido Juan Pedro López Monjón, de la URICI. La información que se ofrece incluye: número de visitas, número de visitantes exclusivos, número de páginas, páginas/visita, % de visitas nuevas, las 25 páginas más vistas, origen del tráfico y los 10 dominios de origen más importantes en tráfico de referencia.[37]

De manera que, en lo relacionado con las estadísticas de Enredadera el panorama es el que muestra la siguiente tabla. Se ha pasado por cuatro etapas diferentes y, como se ha explicado es imposible obtener un visión estadística de la revista en su totalidad.

A fin de tener un mínimo cuadro histórico he realizado una consulta en Google Analytics para el período 04/03/2012-11/5/2017, es decir, algo más de los últimos 5 años. En la primera tabla de las siguientes le he añadido el número de visitas o sesiones así como el número de accesos por país que para años anteriores (2002-2011) se encuentran en las tablas de Román y López Monjón, aunque debe tenerse en cuenta, como he indicado anteriormente, que el contador utilizado fue diferente y, por tanto, es posible que las cifras no sean totalmente comparables entre un período y otro. Se muestran la mayoría de datos que se han obtenido de la consulta a Google Analytics para así poder ofrecer una visión amplia de las consultas que ha recibido Enredadera.

Ilustración 4. Visitas recibidas por Enredadera

Ilustración 4. Visitas recibidas por Enredadera

 
 
Ilustración 5. Consultas recibidas desde España (2012-2017). Otros países desglosados en la siguiente ilustración.

Ilustración 5. Consultas recibidas desde España (2012-2017). Otros países desglosados en la siguiente ilustración.

Ilustración 6. Consultas recibidas desde otros países (2012-2017)

Ilustración 6. Consultas recibidas desde otros países (2012-2017)

 

Ciudades desde donde se han realizado las visitas.

 

Ilustración 7. Idiomas en los que se han realizado las visitas (2012-2017)

Ilustración 7. Idiomas en los que se han realizado las visitas (2012-2017)

 

Desde qué dispositivos se realizan las visitas a Enredadera.

 

 

Conclusión

No cabe duda que uno puede quedar abrumado entre tanta cifra que se ha ofrecido en este repaso histórico de Enredadera. Insisto en que lo más importante que hay detrás de estos veinte años de la revista es el activo humano y profesional que la apoyado incansablemente hasta la fecha, y también la sensación de que se trata de una revista cuya utilidad como órgano de difusión de nuestra Red está consolidada. Como Granizo & Martínez Olmo hacen notar, “para una mayoría Enredadera cumple la función de boletín de comunicación de la Red gracias al cual nos conocemos y mantenemos una relación estrecha que nos cohesiona y nos permite trabajar con parámetros comunes.”[49]

Entre los logros y cambios que se están llevando a cabo durante estos últimos meses pueden mencionarse algunos como la ligera modificación en el logo de la revista incluyendo el subtítulo Revista de la Red de Bibliotecas y Archivos del CSIC, la actualización de algunos de los textos de la página web de la revista (http://bibliotecas.csic.es/web/enredadera/inicio), la inclusión de todos los números de la revista en la página web, la actualización de la información existente en Latindex, la creación de una colección específica para la revista en el repositorio Digital.CSIC en el que se irán introduciendo todos los artículos publicados en la revista (http://digital.csic.es/handle/10261/150083) [50] , ampliar la extensión de algunas de las colaboraciones o secciones, incluir en cada número alguna colaboración de algún profesional externo que pueda aportarnos un toque diferente a lo que nuestra lógica endogamia de la Red pueda producir, potenciar la colaboración de más profesionales de las bibliotecas y archivos de nuestra Red, etc. Algunos de estos cambios serán más o menos acertados, el futuro lo dirá y, seguramente, se deberán llevar a cabo algunos más si se desea que Enredadera siga creciendo aún más años.

Tomamos nota de los buenos consejos que Urbano & Pons nos ofrecen en su artículo incluido en este número y, también, de los que los compañeros de la Red de Bibliotecas y Archivos del CSIC han proporcionado mediante la encuesta que Granizo & Martínez Olmo publican también en este número. No será posible llevarlos a la práctica todos a la vez... pero intentaremos hacer lo que buenamente podamos para mejorar nuestra Enredadera.

Entre esas recomendaciones se encuentran las siguientes:

  • Redescubrir Enredadera como un newsletter.[51]
  • Actualizar el formato y diseño, adaptándolo a las nuevas tecnologías, “lavado de cara”, más tipo “blog,” más atractivo visualmente, más adaptativo...
  • Aumentar su visibilidad también entre los investigadores del CSIC.
  • Incluir temas tratados con mayor profundidad y abiertos al exterior que puedan aportar experiencia de otras bibliotecas y archivos. Incorporar aportaciones de profesionales externos a la Red.
  • Incluir un apartado sobre “Historia de la Red.”
  • Conseguir que su lectura interese a un mayor número de los propios profesionales de nuestra Red.
  • Conseguir que más bibliotecas y archivos participen.
  • Incorporar a otros profesionales de la Red en la revista.[52]

Nos hacemos eco de esas sugerencias, muchas de las cuales no son nuevas, pues siempre se ha querido mantener vivo el objetivo inicial de que Enredadera sea un fiel reflejo de la actividad de nuestra Red con el que difundirla, tanto interna como externamente.[53] Se observa la necesidad de “repensar” de nuevo la forma, diseño y función de nuestra revista... algo se ha ido haciendo en varias ocasiones a lo largo de estos veinte años pero, de nuevo, se impone replanteárselo.

Concuerdo con Baquero en que “hacer seguimiento de los temas monográficos que se han tratado en Enredadera hasta hoy en día es un espejo perfecto de las preocupaciones, hitos y avances que hemos experimentado como servicio de información científica para la investigación.[54] ”Espero y deseo que Enredadera continúe creciendo entre los profesionales de nuestra Red y, si es posible, también entre los demás profesionales de nuestro ámbito contribuyendo, en la medida de lo posible, a la rápida propagación e intercambio de información y experiencias.[55]

 

 

[1] “Red de Bibliotecas y Archivos del CSIC. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2015.http://hdl.handle.net/10261/109916; Cottereau, Mario. “20º aniversario de la Unidad de Coordinación de Bibliotecas del CSIC.” En: Enredadera, 2010, 18 (julio) http://hdl.handle.net/10261/74040 [Acceso: 19-5-17]

[2] Memoria 1998 : Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Madrid: Ediciones CSIC, 1999, p.164 http://hdl.handle.net/10261/41725; Olmedo, Gaspar. “Creación de la lista Biblioteca.” En: Enredadera, 1998, 2 (noviembre) http://hdl.handle.net/10261/75998 [Acceso: 19-5-17].

[3] Baquero, Mercedes. “Enredadera: un poco de historia.” En: Enredadera, 2017, 29 (junio). http://hdl.handle.net/10261/151233

[4] “Presentación.” En: Enredadera, 1998, 0 (febrero).

[5] “Presentación.” En: Enredadera, 1998, 0 (febrero).

[6] “Enredadera: Boletín electrónico de la Red de Bibliotecas del CSIC. Revista publicada por la Unidad de Coordinación de Bibliotecas del CSIC.” En: Enredadera, 2010, 17 (enero)

[7] Caso, Mar. “Informatización del archivo Marcos Jiménez de la Espada.” En: Enredadera, 1998, 1 (junio) http://hdl.handle.net/10261/80157; Molina Nortes, Juana & Morón, Isabel. “La descripción de fondos de archivo en la Red de Bibliotecas del CSIC.” En: Enredadera, 2000, 4 (marzo) http://hdl.handle.net/10261/75299; Pérez-Montes, Carmela. “El archivo personal de Marcos Jiménez de la Espada en la Red.” En: Enredadera, 2000, 4 (marzo) http://hdl.handle.net/10261/75306; Ponsati, Agnès. “Novedades de las bibliotecas del CSIC.” En: Correo bibliotecario, 2000, 42 (mayo):2 http://www.mcu.es/correobibliotecario/index.php/cb/article/view/661/643, http://hdl.handle.net/10261/2988; “Noticias breves.” En: Enredadera, 2000, 5 (diciembre); López, Juan Pedro. “Nuevo impulso a los archivos del CSIC.” En: Enredadera, 2010, 17 (enero) http://hdl.handle.net/10261/74137; “Red de Bibliotecas y Archivos del CSIC. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2015.” http://hdl.handle.net/10261/109916; “Historia de la Red.” En: Red de Bibliotecas y Archivos del CSIC. [Madrid]: Unidad de Recursos de Información Científica para la Investigación http://bibliotecas.csic.es/historia-de-la-red [Acceso: 19-5-17]

[8] “Editorial.” En: Enredadera, 2009, 16 (junio)

[9] “Presentación.” En: Enredadera, 1998, 0 (febrero).

[10] “En este número.” En: Enredadera, 1998, 2 (noviembre).

[11] “En este número.” En: Enredadera, 1998, 2 (noviembre)

[12] “Editorial.” En: Enredadera, 2008, 15 (agosto)

[13] “Editorial.” En: Enredadera, 2003, 9 (diciembre)

[14] “Editorial.” En: Enredadera, 2008, 15 (agosto)

[15] “Editorial.” En: Enredadera, 2010, 17 (enero)

[16] “Editorial.” En: Enredadera, 2010, 18 (julio)

[17] Dompablo Tobar, Mónica. “Enredadera se abre camino.” En: Enredadera, 2010, 18 (julio) http://hdl.handle.net/10261/26491 [Acceso: 19-5-17]

[18] Baquero, Mercedes. “Enredadera: un poco de historia.” En: Enredadera, 2017, 29 (junio). http://hdl.handle.net/10261/151233

[19] “Editorial.” En: Enredadera, 2002, 7 (febrero)

[20] “Editorial.” En: Enredadera, 2012, 20 (marzo)

[21] “En este número.” En: Enredadera, 1998, 1 (junio)

[22] Salen 196 autores diferentes pero, en realidad, hay 4 autores que han publicado con afiliación CSIC y con afiliación externa (Isabel Mendoza, Pablo de Castro, Carolina Santamarina y Domingo Arroyo)

[23] Mencionar que algunas de estas colaboraciones pueden haber sido en autoría (pocas) y, por ello la cifra indicada es aproximada y podría ser algo inferior.

[24] Incluye colaboraciones en: Así somos, En directo, Las Bibliotecas hablan y Monográfico.

[25] Incluye colaboraciones en: La Red y La red del CSIC.

[26] Incluye colaboraciones en: Pequeñas soluciones para grande problemas y Soluciones.

[27] Incluye colaboraciones en: Noticias, Noticias de archivos, Noticias externas y Noticias internas.

[28] Incluye colaboraciones en: Lecturas comentadas y Reseñas.

[29] De un total de 704 posibles afiliaciones (660 firmas con afiliación más 44 colaboraciones sin afiliación ni autoría).

[30] De un total de 704 posibles afiliaciones (660 firmas con afiliación más 44 colaboraciones sin afiliación ni autoría).

[31] Río, Yolanda. “Novedades en el Web de la Red.” Enredadera, 2001, 6 (junio) http://hdl.handle.net/10261/74883 [Acceso: 19-5-17]

[32] Baquero, Mercedes. “La revista Enredadera, así que pasen 5 años.” En: Enredadera, 2003, 9 (diciembre) http://hdl.handle.net/10261/74783 [Acceso: 19-5-17]

[33] “Editorial.” En: Enredadera, 2008, 15 (agosto)

[34] Román-Molina, Juan. “Enredadera: uso 2002–junio 2009.” Fecha de publicación, 21 de septiembre de 2009 http://proyectos.bibliotecas.csic.es/datos/comunicacion_2008.pdf, http://hdl.handle.net/10261/17064  [Acceso: 19-5-17].

[35] Las estadísticas anuales 2009-2011 pueden consultarse en:http://proyectos.bibliotecas.csic.es/datos/comunicacion_2009.pdf, http://proyectos.bibliotecas.csic.es/datos/comunicacion_2010.pdf, http://proyectos.bibliotecas.csic.es/datos/comunicacion_2011.pdf

[36] Ríos, Yolanda & Román-Molina, Juan. “Nueva Web de la Red de Bibliotecas del CSIC.” Enredadera, 2012, 20 (marzo) http://bibliotecas.csic.es/web/enredadera/nueva-web, http://hdl.handle.net/10261/49074 [Acceso: 19-5-17]; “Canales de comunicación. 2012. Unidad de Recursos de Información Científica para la Investigación. 21/02/2013” http://proyectos.bibliotecas.csic.es/datos/comunicacion_2012.pdf [29-05-17]

[37] Las estadísticas anuales 2012-2016 pueden consultarse en:

http://proyectos.bibliotecas.csic.es/datos/comunicacion_2012.pdf

http://proyectos.bibliotecas.csic.es/datos/comunicacion_2013.pdf

http://proyectos.bibliotecas.csic.es/datos/comunicacion_2014.pdf

http://proyectos.bibliotecas.csic.es/datos/comunicacion_2015.pdf

http://proyectos.bibliotecas.csic.es/datos/comunicacion_2016.pdf

[38] “Es el número total de sesiones que se han realizado en el periodo. Una sesión es el periodo durante el cual un usuario interactúa con su sitio web, aplicación, etc. Todos los datos de uso (visitas a una pantalla, eventos, comercio electrónico, etc.) están asociados a una sesión.” (Fuente: Google Analytics). A partir del año 2012

[39] “Usuarios que han iniciado al menos una sesión.” (Fuente: Google Analytics). A partir del año 2012

[40] “Número total de páginas vistas; las visitas repetidas a una misma página también se contabilizan.” (Fuente: Google Analytics). A partir del año 2012

[41] “La métrica Páginas/sesión (promedio de páginas vistas) es el promedio de páginas que se ven en cada sesión; las visitas repetidas a una misma página también se contabilizan.” (Fuente: Google Analytics)

[42] “Fuentes que han remitido tráfico; incluye las fuentes identificadas a través de utm_source.” (Fuente: Google Analytics)

[43] “Fuentes que han remitido tráfico; incluye las fuentes identificadas a través de utm_source.” (Fuente: Google Analytics)

[44] “Páginas a través de las cuales los visitantes han accedido a su sitio.” (Fuente: Google Analytics)

[45] “Fuentes que han remitido tráfico; incluye las fuentes identificadas a través de utm_source.” (Fuente: Google Analytics).

[46] “País de donde proceden las visitas.” (Fuente: Google Analytics)

[47] “Ciudades en las cuales se originan las visitas, según la dirección IP.” (Fuente: Google Analytics)

[48] “Tipo de dispositivo: ordenador, tablet o dispositivo móvil.” (Fuente: Google Analytics)

[49] Granizo, Flora & Martínez, Pilar. “Enredadera veinte años después. La opinión de las bibliotecas y archivos del CSIC.” En: Enredadera, 2017, 29 (junio) http://hdl.handle.net/10261/151245

[50] Ya existían 550 registros de Enredadera en Digital.CSIC. Lo que se ha pretendido ahora con la creación de una colección específica dentro de las diferentes colecciones de la URICI en dicho repositorio es facilitar aún más su localización y darle una mayor visibilidad.

[51] Urbano, Cristóbal & Pons, Amadeu. “’Legere et labora’: evolución de las revistas y boletines profesionales de biblioteconomía y documentación.” En: Enredadera, 2017, 29 (junio) http://hdl.handle.net/10261/151232

[52] Granizo, Flora & Martínez, Pilar. “Enredadera veinte años después. La opinión de las bibliotecas y archivos del CSIC.” En: Enredadera, 2017, 29 (junio) http://hdl.handle.net/10261/151245

[53] “Editorial.” En: Enredadera, 2008, 15 (agosto); Editorial.” En: Enredadera, 2012, 20 (marzo)

[54] Baquero, Mercedes. “Enredadera: un poco de historia.” En: Enredadera, 2017, 29 (junio). http://hdl.handle.net/10261/151233

[55] Sorli Rojo, Ángela & Merlo Vega, José Antonio. “Publicaciones electrónicas españolas sobre archivística, biblioteconomía y documentación.” En: Revista Española de Documentación Científica, 1998, 21 (4, oct.-dic.):451 y 456, http://redc.revistas.csic.es/index.php/redc/article/view/548/622, http://hdl.handle.net/10261/9493, [Acceso: 19-5-17]

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