“90 días de confinamiento, y alguno más…: más cambio digital en las bibliotecas y archivos del CSIC”

Enredadera, nº 35, julio 2020

Agnès Ponsati Obiols
agnes@bib.csic.es
Unidad de Recursos de Información Científica para la Investigación (URICI-CSIC)

Madrid


 

 

 

Cuando el día 11 de marzo en URICI nos empezamos a preparar para pasar un par de semanas en casa por motivo de la crisis sanitaria, que intuíamos, pero cuya magnitud no calibrábamos, nunca pensamos que la situación en la que entrábamos iba a ser tan larga y dramática. Ahora, al echar la vista atrás, con la intención de hacer un relato de lo que han supuesto estos meses en nuestro ámbito profesional, uno tiene la sensación de haber vivido un tiempo continuo en el que han pasado y hemos hecho muchas cosas. Sí, a pesar de las dificultades y de la necesidad de improvisar un nuevo entorno y forma de trabajar en equipo. Lo hemos hecho, en URICI, como hemos podido, en algunos casos con escasos recursos, o insuficientes …también con algunas deficiencias en las destrezas digitales… compatibilizando las exigencias de la vida virtual y la analógica en un mismo espacio y momento. Creo que hemos conseguido resultados más que aceptables de los que nos podemos sentir orgullosos.

 

Sin duda la transformación digital de nuestro entorno, las colecciones digitales, los servicios de acceso remoto, las aplicaciones y tecnologías en uso … no es de ayer. Venimos trabajando en ella desde hace ya varias décadas, y esto nos ha ayudado sin duda a acomodarnos mejor a la nueva realidad.

 

A lo largo de este tiempo hemos trabajado en temas que marcaban las circunstancias, como por ejemplo, la creación de la colección COVID-19 en DIGITAL.CSIC para recoger todos los resultados de investigación CSIC sobre la familia de los Coronavirus y temas relacionados con la Pandemia de la COVID-19, dentro de las actividades de la Plataforma de Salud Global que creó el CSIC. También generamos en la Biblioteca Virtual los accesos a todos los recursos sobre el SARS-COV-2. Nos hemos adherido al "Statement on the Global COVID-19 Pandemic and Its Impact on Library Services and Resources", porque nos preocupa y mucho cómo serán las bibliotecas y sus colecciones en la era post COVID-19. Y hemos firmado una Declaración conjunta de la mesa de consorcios, grupos de compra, REBIUN y CSIC para el mantenimiento de las colecciones de información científica ante el desafío presupuestario en la crisis COVID-19.

 

Reaccionamos rápido para asegurar que los servicios de obtención del documento de las bibliotecas y en concreto SURAD pudiera seguir sirviendo las peticiones de artículos, en especial de colecciones digitales. Los datos demuestran que a pesar de que las colecciones impresas no han estado disponibles los niveles de servicio prestados a nuestros usuarios han sido elevados.


La crisis sanitaria ha puesto en evidencia la necesidad inaplazable de compartir más y mejor los resultados científicos que generan nuestros investigadores, y como el acceso abierto a publicaciones y datos es una meta a la que estamos llegando tarde a pesar de los mandatos institucionales o los de las agencias de financiación.


A lo largo de estos meses DIGITAL.CSIC ha alcanzado el hito de los 200.000 registros, el volumen de carga de ítems se ha incrementado de forma notable por parte de las biblioteca siguiendo la estrategia para trasvasar la producción 2019 de sus institutos de conCiencia a DIGITAL.CSIC con el uso de la Pasarela. Hemos creado una plantilla uniforme para la creación de Planes de Gestión de Datos de Investigación disponible para todos los equipos CSIC que la precisen y hemos actualizado toda la sección de recursos y ayudas del portal.

 

Los procesos de digitalización de fondos bibliográficos y archivísticos, se han detenido, pero hemos seguido trabajando en SIMURG: Portal de fondos digitalizados, con la integración de digitalizaciones que no se habían cargado y con la carga de colecciones procedentes de proyectos históricos anteriores a la puesta en marcha de SIMURG, con las tareas de edición y control de calidad de los objetos digitales y sus metadatos.

 

Nos hemos reivindicado, celebrando en confinamiento el Día Internacional del Libro y de los Archivos con una serie de actividades en colaboración con muchas bibliotecas y archivos del CSIC.

 

Hemos lanzado el 24 de abril, nuestro nuevo sitio web renovado a imagen del CSIC, proyecto en el que veníamos trabajando desde hacía meses que ha podido ver la luz en estos tiempos extraños.

 

ALMA ha sido una gran aliada para seguir gestionando remotamente los servicios y procesos de las bibliotecas, hemos ido acompasando las políticas de circulación a las fases de apertura de los servicios, hemos integrado la consulta de las licencias de los recursos digitales en la plataforma y también hemos integrado la consulta de los recursos electrónicos desde la misma herramienta de descubrimiento.

 

Hemos diseñado un nuevo módulo de estadísticas de servicios y procesos para el uso de las bibliotecas. Incluso en confinamiento hemos podido atender la auditoría contable que el CSIC nos pedía para las adquisiciones 2019 registradas en ALMA.

 

Y como los meses han pasado y los plazos de la gestión administrativa y económica se han activado de nuevo, hemos trabajado intensamente en preparar las licitaciones de los servicios y suministros que tiene que estar operativos el próximo 2021: la plataforma de servicios bibliotecarios, la licitación de las revistas impresas y digitales, los accesos a las bases de datos, etc.

 

También hemos realizado la compra de las colecciones de e-books que habitualmente hacíamos en otoño todos los años y que este año activaremos a lo largo del verano. Estamos cerrando la inversión anual para el Programa de Apoyo al Acceso Abierto para seguir financiando los costes de publicación de nuestros autores en modo de acceso abierto.

 

Confiamos integrar algunos acuerdos transformativos con nuevos editores para su incorporación en 2021, y esto ha supuesto establecer negociaciones con todos ellos que en este periodo han sido todas virtuales. Ojalá podamos dar buenas noticias pronto.

 

Otras negociaciones, ahora con la FECYT y las Universidades, nos han llevado a la mesa de negociación de la Licencia Nacional de acceso a las bases de datos WOS y SCOPUS para el periodo 2021-2023.

 

GRANADO ha recibido un empujón definitivo con la instalación de sus 2 kilómetros de nuevas estanterías en la nueva sede que nos ha cedido el CCHS, lo que nos permitirá poder reabrir el depósito antes de terminar el año.

El plan de Formación del próximo año está ya diseñado. Además de repescar los cursos que no se han podido dar en el primer semestre, ampliaremos la oferta a nuevas propuestas formativas.

 

La herramienta GESBIB ha mudado la piel en estos meses para convertirse en una versión mejorada de sí misma, más completa y consistente. En breve ofrecerá ya la posibilidad de generar nuevos tipos de informes e integrar nuevas fuentes de información para el análisis de la publicación científica del CSIC.

 

Con esta enumeración somera de tareas, constatamos que hemos podido capear la situación con un nivel satisfactorio en la prestación de servicios a nuestros usuarios. Ello, gracias a la dimensión y accesibilidad remota de la colección digital que hemos construido en el pasado, la existencia de herramientas de gestión razonablemente solventes, la existencia de servicios digitales para satisfacer un gran número de necesidades y la voluntad de todos los profesionales que estamos detrás de la Red.

 

Pero creo que nos engañamos si pensamos que las cosas deben volver a ser como las dejamos, también si pensamos que estamos listos y preparados para asimilar la envergadura del cambio digital y tecnológico que necesitamos integrar. Es precisamente ahora cuando conviene darse un impulso hacia adelante, hacia más cambio digital.

 

Habrá que intensificar todavía más la transformación digital de nuestras bibliotecas, en especial en aquellas áreas que precisan mayores niveles de digitalización, como por ejemplo las colecciones patrimoniales, bibliográficas y de archivos, pero también la gestión digital de la producción científica del CSIC. Así mismo los aspectos que tienen que ver con la formación profesional y el desarrollo de nuevas habilidades y competencias digitales para desenvolverse en un entorno de innovación tecnológica constante. Esta transformación traerá consigo cambios en las estructuras y organización de los servicios, los procesos, los espacios, los perfiles profesionales y lo que es más importante, deberá suponer un cambio de cultura en la organización y en sus profesionales para poder llevarlos a cabo.

 

Tampoco podremos desatender el desafío de la sostenibilidad económica en tiempos de dificultad para ser capaces de ofrecer los mejores servicios y las más completas colecciones de recursos de información, en un entorno lo más transparente, abierto y reusable posible.

 

Si somos capaces de desarrollar una Red de bibliotecas y archivos adaptable que tenga una mentalidad de curiosidad y experimentación digital, comprometida con el apoyo efectivo a los procesos de investigación, deberíamos estar bien preparados para la próxima década y para asumir el cambio digital que se ha instalado en nuestro ámbito profesional y que interpela a todos por igual. Pero veremos lo que el tiempo nos va deparando, porque ahora la incertidumbre no nos deja ver el bosque.

 

 
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