"Mendel el de los libros", Stefan Zweig

Teresa Bautista. Unidad de Recursos de Información Científica para la Investigación (Madrid)

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cubierta libro

Mendel el de los libros” es un relato breve pero que encierra una preciosa y entrañable historia escrita por el gran autor vienés Stefan Zweig. La acción se desarrolla en Viena, a principios del siglo XX, en uno de sus característicos cafés y sus protagonistas son los libros y un gran amante de ellos.

El personaje central es Jakob Mendel, judío de nacionalidad rusa y especialista en libros antiguos, lo que se conoce como un librero de viejo con memoria enciclopédica, que tiene su lugar de trabajo en una mesa del café Gluck, en esa mesa lleva más de treinta años leyendo y acumulando en su memoria un auténtico catálogo universal de todos los libros impresos hasta ese momento. Su concentración en la lectura le aísla por completo del barullo del café pero, también, empleados y clientes respetan su espacio y el silencio que necesita para su trabajo.

Un día llega al café un joven investigador en temas médicos, viene decepcionado por la mala experiencia que ha tenido con un bibliotecario que no ha sabido o no ha querido facilitarle la ayuda necesaria para sus trabajos de investigación; sin embargo, Mendel con su abrigo raído, sus gafas de concha rotas y los escasos medios materiales de que dispone para desarrollar su trabajo (sólo una mesa en un café y su cabeza que es una biblioteca en continuo crecimiento) bastan para satisfacer las necesidades de información del joven. Mendel tenía claro que la sabiduría no se guarda para uno mismo sino que hay ofrecerla a los estudiosos de cualquier materia.

Nuestro personaje está tan metido en su mundo, sus libros, que es ajeno a los cambios políticos producidos por la I Guerra Mundial y a su condición de judío lo que provocará que en 1915 sea encerrado durante dos años en un campo de reclusión. Cuando sale en libertad vuelve a su lugar de trabajo, el café Gluck, pero ya nada es igual: los dueños y los clientes han cambiado y no entienden ni respetan las ansias de lectura de un viejo judío, su memoria le falla, sus libros han desaparecido y no tiene clientes a quien ofrecer sus conocimientos; y lo peor es que no puede leer, su vista se resiente y así no quiere seguir. Antes de salir del café por última vez, deja olvidado sobre la mesa un último libro: el volumen 2 de la “Bibliotheca Germanorum Erotica et Curiosa”, escrita por el bibliógrafo alemán Hugo Hayn.

Siempre me quedará la duda de si el olvido de ese libro fue intencionado y el bueno de Mendel acababa de inventar el “BookCrossing”.

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